Hoy en el taller musical de capacidades hemos disfrutado
durante una hora con Alfonso Vera, terapeuta vibracional de cuencos tibetanos,
que nos ha enseñado el sonido y la vibración de los cuencos y otros
instrumentos muy interesantes y mágicos como los crótalos o la campana
canalizadora, que tienen un sonido muy dulce y penetrante; el chime, cuyo
sonido es muy relajante y angelical o el gong, que puede reproducir el sonido
de una ballena.Todos ellos poseen un gran poder de relajación
y sanación por las vibraciones que producen en el cuerpo. Para demostrárnoslo, nos
ha enseñado cómo afecta la vibración del sonido en el agua y por tanto en
nuestro cuerpo, puesto que somos aproximadamente un 70% agua. Para ello, ha
puesto agua en un cuenco y golpeándolo hemos comprobado las ondas de vibración
que se producen en ella. ¡Golpeándolo repetidas veces el agua salta del
cuenco!Después hemos podido experimentar con los
instrumentos, tocándolos nosotros mismos y sintiéndolos en nuestro propio
cuerpo.Finalmente hemos terminado el taller relajándonos
con el gong y el sonido del chime.
¡Ha
sido fantástico!
Mil gracias, Alfonso, por compartir con
nosotros estos conocimientos tan interesantes.